Vuelve Ane Mintegi: “Ha sido duro, pero tengo muy claro lo que quiero”
Entrevista de Ane Mintegi con Punto de Break. Fuente: TEC
Tras dos operaciones de codo y diez meses parada, la jugadora de 19 años vuelve a las pistas la próxima semana. “Pasé miedo, pero todo ha salido bien”
¿Qué fue de Ane Mintegi? ¿Qué pasó con la campeona de Wimbledon Junior 2021? El codo derecho amenazó con apartarla del tenis, pero la jugadora vasca no estaba dispuesta a rendirse. La semana que viene volveremos a verla competir.
En el mundo del deporte no hay nada peor que las lesiones. Pueden aparecer en cualquier momento, quizá en tu mejor momento, incluso al principio del camino. A Ane Mintegi (Idiazábal, 2003) le tocó el paquete completo. Meses después de ganar Wimbledon Junior, la de Guipúzcoa comenzó a sentir dolor en su codo derecho. Siguió jugando, pensó que se marcharía, que sería cuestión de tiempo, pero la que terminó marchándose fue ella. Una primera operación en abril de 2022. No salió bien. Una segunda operación en noviembre. Por suerte, esta salió mejor.
Así hasta llegar al día de hoy, casi un año después de aquella última intervención. Aunque la española se muestre serena en la entrevista con Punto de Break, la realidad es que estos meses no han sido nada fáciles. Es injusto tener que pasar por algo así a una edad tan temprana, pero eso también le ha hecho crecer, madurar y reforzar la idea que da forma al resto de la estructura: el tenis por encima de todo. Para entender mejor este viaje, nada mejor que escuchar el relato de su propia voz.
Cuéntame todo lo que has pasado desde que ganaste Wimbledon.
Gané Wimbledon y lo primero que hice fue irme a Vitoria a jugar un 60K, donde hice final. Luego disputé el Master de Valladolid, donde empecé a sentir unas molestias en el codo, así que jugué ese torneo y paramos. Empecé a hacerme pruebas para ver lo que tenía, pero no daban con la tecla, así que todo se fue alargando. Finalmente no quedó otra que operarme en abril de 2022. Luego hice la rehabilitación con los fisios del TEC, fue bastante bien, pero cuando regresé en agosto notaba que todavía no estaba al 100% del codo. Tras jugar cinco torneos, en el último partido noté las mismas molestias de la otra vez. Hablando con mi equipo, visitamos otro médico y apostamos por la única decisión posible: operarme de nuevo. Parar curar lo que tenía, no había otra solución que pasar por quirófano nuevamente. Me volví a operar en noviembre de 2022, han sido diez meses de rehabilitación bastantes duros hasta volver a entrenar normal.
¿Qué diferencia hubo entre la primera y la segunda operación?
En la primera no dieron exactamente con lo que tenía; en la segunda sí. El doctor vio que lo que tenía roto era el ligamento, un arrancamiento, así que tomó la decisión y salió todo muy bien.
Suena a operación aparatosa.
Sí, el doctor me avisó que era una operación complicada, me tenían que hacer un injerto, ya que el ligamento estaba roto. El injerto tenía que unirse y asentar con los huesos, por eso necesitaba mucho más tiempo. Le hemos hecho caso y, afortunadamente, todo ha salido bien.
¿Qué tal la rehabilitación?
Uff. Empezamos muy despacio, trabajando solo con los fisios, aunque sí hacía la parte de preparación física. No toqué una raqueta hasta febrero/marzo. Una vez me metieron en pista, comencé jugando con la pelota blanda de espuma, poco a poco aumentando el tiempo en pista, hasta que el codo respondía. Fuimos aumentando la carga hasta verme por fin perfecta para volver a competir.
¿El doctor te avisó que estarías tanto tiempo parada?
Sí, me lo dijo. Me dijo la verdad, de hecho, cada mes venía a visitarme y controlar que todo fuera como tocaba. Recuerdo que al sexto mes le pregunté si ya podía jugar y él me dijo que no, que no volvería a competir hasta el undécimo mes. Lo ha clavado.
¿No tuviste miedo?
Sí que tuve miedo, al final es una operación muy seria, pero sabía que era la única opción si de verdad quería volver a jugar a tenis. Sí o sí me tenía que operar, si no tenía que dejarlo. El doctor me dio mucha confianza, me aseguró que haría todo lo posible para que la intervención saliera bien, algo que mi equipo del TEC aprobó desde el primer momento. Por suerte ha salido todo muy bien.
¿Te impedía hacer algún gesto del día a día?
No, he hecho vida normal. Cuando me operé no podía hacer nada con el brazo, todavía no lo podía estirar, estaba inmovilizada, pero a partir del tercer mes ya podía hacer vida normal.
Con la mano en el corazón, ¿te llegaste a poner en lo peor?
En algún momento lo pensé, pero rápidamente lo apartaba. Quería pensar que todo saldría bien, que el tenis sería mi camino. Lo voy a luchar a muerte por cumplirlo.
¿Quiénes han sido tus pilares durante toda este tiempo?
Sin ninguna duda, todo el equipo del TEC, empezando por Bea García, mi entrenadora. También Ana Alcázar. Obviamente, la psicóloga Inés Ferrer, aparte de todos los demás. No me quiero olvidar de Carlos, mi preparador físico, ni de Susana, mi nutricionista. Todos somos un equipo, entre todos me han ayudado a salir de esto. Evidentemente, mi familia también ha estado ahí, para ellos fue muy duro verme pasar por dos operaciones, luchando con la incógnita de no saber lo que iba a suceder. Aprovecho para darle las gracias a todos ellos.
Soy consciente que en el TEC tenéis una identidad muy particular, ¿te ayudó a llevar mejor la lesión?
Sí, porque el TEC es un centro de alto rendimiento que, comparado con otros sitios donde he trabajado, persigue objetivos muy ambiciosos como crear igualdad de oportunidades para todos y que en un futuro podamos alzar la voz en defensa de la justicia climática y las desigualdades sociales.
¿Y cómo encajas tú en esa idea?
Personalmente, me gustaría aportar mi granito de arena en un futuro, ayudar a que las siguientes generaciones de tenistas tengan las mismas oportunidades que el TEC me está ofreciendo a mí durante este tiempo.
Te veo muy serena, como si no hubieras pasado por un infierno.
Ha sido muy duro, tanto las operaciones como las rehabilitaciones, son muchísimos días sin poder jugar a tenis. Eso ha sido lo más duro, pero yo tengo muy claro lo que quiero.
¿Qué quieres?
Quiero jugar al tenis, así que tenía que hacer ese esfuerzo para llegar a este momento. Ahora quiero olvidarme del codo completamente, ahora que ya no me duele quiero volver a disfrutar de lo que más me gusta.
¿Te dieron alguna razón del origen de la lesión?
No lo sabemos, me tocó a mí y ya está. Mala suerte.
Si te pregunto por Wimbledon, ¿qué piensas?
Ganar Wimbledon es un título más en mi carrera, todavía queda mucha carrera y puede pasar cualquier cosa. Confío mucho en mi equipo y en mí, creo que puedo tener un futuro bonito.
Sinceramente, ¿cuánto de harta estás de que te hagan esta pregunta?
(Risas) Bueno, al final te están recordando el título más grande de tu carrera, así que no me molesta.
¿Has vuelto a ver aquellos partidos?
No, no he visto nada.
¿Te hacía daño?
Tenía demasiadas ganas de jugar, pensaba que si lo veía me entrarían todavía más ganas. Necesitaba tiempo, tenía que ir poco a poco con la rehabilitación, no me quería anticipar. Igual si lo veía me entraba hasta un poco de rabia, mejor no ver nada.
¿El circuito tampoco lo has seguido?
Algún partido suelto, aunque al principio no seguía nada, quería estar aislada. Luego, una vez me volví a sentir tenista, empecé a seguir un poco más los resultados. Ahí volví a ver algún partido.
¿Cuándo vuelve uno a sentirse tenista?
Cuando vuelve a entrenar. Me pasó al verme de nuevo en pista, aunque solo fueran 20 minutos con bola de espuma.
¿Hiciste algo especial este tiempo?
Nada especial, la verdad. Estar con mis amigos y mi familia, aprovechar el máximo tiempo con ellos. Soy muy familiar, así que han podido venir muchas más veces a estar conmigo y ayudarme a llevar mejor todo esto.
¿Les echas de menos?
Hay momentos y momentos, pero cada vez lo llevo mejor. Cuando vine a Barcelona con 14 años sí que me costó bastante separarme de ellos. Todavía les echo mucho de menos, muchos días, pero cada vez lo gestiono mejor.
¿Y los estudios cómo van?
Sigo estudiando, estoy en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, empiezo este año. Estuve en Gestión Deportiva pero no me convenció, así que me cambié.
De cara al futuro, ¿a qué le tienes miedo?
(Piensa) Te diría que a nada. Si el codo va bien, nada me asusta. Estoy tranquila, vamos a empezar jugando poco a poco, veremos si todo marcha bien. Quiero ir mejorando mi carrera y subiendo en el ranking, sin ningún miedo en especial.
¿Ni a las lesiones?
Uno siempre tiene miedo a las lesiones, más todavía si vienes de pasar dos operaciones, se le coge mucho respeto. Espero y deseo no tener ninguna lesión importante más en mi carrera, creo que mi cuerpo ya está preparado para competir.
¿Eres una persona diferente tras la lesión?
¡Desde luego! Pasar por un momento tan duro en mi vida, casi un año y medio sin competir, me ha hecho madurar. Me ha ayudado a ver que detrás del tenis hay otra vida. Esta lesión me ha hecho conocerme mucho más, a saber cómo soy, seguro que la experiencia me servirá una vez empiece a jugar.
¿Qué has aprendido?
Que tienes dos caminos: el tenis o una vida sin el tenis. He descubierto que lo que realmente quiero es jugar al tenis, estar parada me ha hecho ir un paso más, me ha empujado a luchar por ello. Sé que todo el sacrifico que he tenido este año y medio, rehabilitándome cada día, va a merecer la pena.
Del 0 al 100, ¿cómo está tu codo?
Al cien por cien.
Entonces ya solo falta contar cuando vuelves.
Me veréis la primera semana de octubre en Santa Margaritha de Pula, un 25K en Italia. Luego jugaré el 25K de Sevilla también. Hemos marcado varios torneos, pero queremos ir poco a poco, primero tenemos que ver cómo me siento dentro de la pista. De momento jugaré estos dos, luego quizá el 100K de Les Franqueses si todo va bien.
Debes estar ansiosa por volver.
Tengo muchas ganas, no te puedo mentir.
https://www.puntodebreak.com/2023/09/29/vuelve-ane-mintegi-sido-duro-claro-quiero